
La fiebre de un sábado azul y un domingo sin tristezas. Esquivas a tu corazón y destrozas tu cabeza, y en tu voz, sólo un pálido adios y el reloj en tu puño marcó las tres. El sueño de un sol y de un mar y una vida peligrosa cambiando lo amargo por miel y la gris ciudad por rosas te hace bien, tanto como hace mal te hace odiar, tanto como querer y más. Cambiaste de tiempo y de amor y de música y de ideas Cambiaste de sexo y de Dios de color y de fronteras pero en sí, nada más cambiarás y un sensual abandono vendrá y el fin. Y llevas el caño a tu sien apretando bien las muelas y cierras los ojos y ves todo el mar en primavera bang, bang, bang hojas muertas que caen, siempre igual, los que no pueden más se van.
Acabo de comentar en tu otro post jaja pero este me dejo realmente sorprendida. Me está gustando muchísimo tu blog =)
ResponderEliminarQue lindo tu blog.
ResponderEliminarGracias por pasar, y si espero que alguien sane mi corazón pronto, jaja.
saludos :)
Buena forma de narrar un tiro en la sien, muy buen relato.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias por tu visita.
ResponderEliminarMe gusto tu narracion y espero no te moleste que este aqui invadiendo tu mundo...
ResponderEliminarA veces quisiera que el reloj no avanzara... por cierto en tu post anterior tienes la razón a veces a los hombres les cuesta mas decir que sienten o que quieren pero la verdad es que no siempre son solo ellos a veces las mujeres tambien tenemos ese momento de declibe en el que no sabemos ni que onda....
saludos te sigo
jaja me gustó la entrada anterior!!
ResponderEliminarbeso =)
Linda entrada :)
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