El sol y la luna se fundieron sin miedo en tus ojos y para encender a esos ojos el pecado es el que mas te ayuda, le agradezco a mi santo el de los que no se creen ninguna por haberme engañado otra vez y dejarme a tus pies como un ciego que busca y encuentra después de perderse hasta enloquecer…

Seguidores

martes, 26 de marzo de 2013

Dónde voy, dónde estoy, quién soy yo, qué hora es, dónde estaré?

Brisa de otoño, trayendo hojas muertas, que no están tan muertas, hojas que invaden al Sol, que aparentaba estar allá brillando y que nada lo iba a apagar.
Caminos inciertos.